La Mise en Place Visual
(«mise en place» = la preparación de ingredientes antes de cocinar. Aquí, la preparación visual de una marca).
Donde la estética y el sabor se encuentran.
En FIID creemos que una buena imagen no solo vende, sino que provoca.
Por eso, trabajamos con un colectivo selecto de fotógrafos gastronómicos, hoteleros y de lifestyle que entienden el arte de capturar atmósferas, texturas y emociones.
Desde la luz que entra por la ventana hasta la espuma perfecta de un cappuccino, cada detalle importa.
Explora nuestro catálogo y encuentra al fotógrafo ideal para contar tu historia. Selecciona el nombre para conocer más:
Sofía Barroso
FOOD STYLIST
LOCACIÓN
CIUDAD DE MÉXICO | CHICAGO
Sofia Barroso pasó del pincel a la cámara, encontrando en la fotografía una nueva forma de crear y explorar el mundo. La cámara fue un «clic» instantáneo, una extensión natural de su curiosidad donde poco a poco se fue adentrando en el universo de la gastronomía y la hospitalidad, categorías donde descubrió su libertad para plasmar la belleza de lo cotidiano, como la luz perfecta sobre un plato.
Su estilo es inconfundible: busca capturar la magia de lo mundano, esos detalles que a menudo pasan desapercibidos y con su lente ha colaborado para reconocidos nombres de la gastronomía como: Eleven Madison Park, Tradición del Comal, La Martola y Kaori Miami. Y si su fotografía fuera un plato, sería una ensalada simple, directa y fresca, llena de colores y texturas, tal como las emociones que captura.















José Betancourt
FOOD STYLIST
LOCACIÓN
CIUDAD DE MÉXICO
Desde niño, Jose Betancourt exploraba el mundo con las cámaras de su papá. Esa curiosidad se convirtió en su pasión por la fotografía. Para él, el lente no es solo para la gastronomía u hotelería; busca esos momentos naturales que, sin poses, cuentan una historia mucho más allá.
Su estilo es naturalista puro. Deja que la escena hable por sí misma, dándole solo un empujoncito con la edición. Un proyecto clave para él fue su trabajo para Ánima, donde tuvo total libertad creativa y el resultado aún lo sorprende, es de esas obras que pasa el tiempo y siguen sintiéndose y viéndose igual que el día en el que lo vivió. Su inspiración viene de los juegos de luz y sombra, que hacen que todo se sienta vivo. Le fascina añadir toques humanos –una mano, alguien pasando– para que la foto respire, lejos de ser un simple catálogo, para que la vida trascienda la imagen.
Su mejor consejo: prueba y error. Lee, observa, ¡y sé siempre curioso! Si su trabajo fuera una receta, sería una paella con vino: compleja y auténtica, pero siempre memorable.



